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Violencia Familiar

¿Libertad para decidir...?

 

 

Hace unos días fue portada de diarios unas imàgenes que mostraban a un hombre joven pateando a lo ninja a una mujer en la vía pública. Personalidades de gobierno y oposición se refirieron nuevamente a lo expuestas que estamos las mujeres y los riesgos que corremos en un mundo de hombres fuertes y violentos. Como saben, hasta un par de cabezas fueron cortadas: carabineros dados de baja por ignorar el protocolo y no tomar los datos del brutal "golpeador".

Afortunadamente para las autoridades el hombre ha sido formalizado, pero su pareja, aquella que recibió el daño, no cede en su intento de defenderlo y responsabilizarse por la acción Frente a esta actitud los expertos señalan que sólo es parte del síndrome de la mujer agredida, que la mujer no sabe lo que está diciendo, no está en sus cabales, se encuentra en su propia versión del síndrome de Estocolmo y por lo mismo el sistema judicial debe aplicar todo el rigor de la ley para que este tipo de situaciones no se repiten y tampoco mujeres como éstas. En otras palabras, otros deciden y hacen por ella.

Sin ánimo de glorificar la violencia, ni de inmolar al hombre que la ejerció, me gustaría que discutiéramos sobre la libertad de las mujeres y de los hombres para decidir cómo viven sus vidas y cómo manejan sus conflictos. Como profesionales (en formación), como autoridades ¿Estamos en posición de obviar el derecho de la mujer a decir y hacer? ¿Podemos cerrar los oídos cuando dicen "Señorita yo lo quiero y quiero que èl cambie"?

¿Qué hacer en estos casos?

La discusión está abierta...

18 comentarios

Leticia Muñoz -

es súper complicado querer intervenir o querer ayudar a una persona si esta no esta de acuerdo, es decir, para que se lleve a cabo una intervención efecctiva deben existir acuerdo entre las dos partes, el profesional a cargo y la persona afectada, mientras esto no se dé, dificilmente se podrá contar con un cambio.
Creo que como disciplina no estamos en condiciones de aceptar ningun tipo de violación de derechos, y no tan solo como disciplina sino como personas, pero aun así no somos quienes para poder obligar a una persona a que haga lo que uno considera correcto.
No deberíamos poder hacerlo, es decir, si escuchamos a una mujer que después de recibir maltratos, anhela que no vuelva a ocurrir, no se puede hacer mucho, ya que como mencioné anteriormente para que ocurra una intervención efectiva, debe existir el acuerdo.

Lucy Retamales Reyes -

Desde la perspectiva de una futura profesional, es complejo entender la reacción de la víctima, puesto que para el común de las personas su opinion es un tanto "masoquista" puesto que es inconcebible querer estar con una persona que te agrede y no te respeta... sin embargo, respecto de la pregunta ¿Estamos en posición de obviar el derecho de la mujer a decir y hacer?, ... creo que hay que seguir los postulados de Francisco Bermejo, en donde nos hace pensar respecto de nuestra labor como trabajadores sociales, sobre la importancia que tiene la autonomia de las personas... somos aquellos profesionales que orientamos, presentamos las posibles alternativas, damos a conocer nuestra perspectiva profesional, siempre siendo agentes que proporcionan información, por lo tanto, en este caso tenemos que escuchar a la mujer agredida y a partir de sus necesidades, requerimientos y deseos, generar una intervención, siempre respetando su opinion y decisiones, el creer en las personas y en su capacidad de reflexion, y por sobre todo la autonomía y toma de decisiones, podremos abordar la tematica desde la perspectiva de quien sufre y vive la agresión y no desde un punto de vista netamente profesional.

Alexandra -

Chicas:

No olviden que el lenguaje construye realidad. En lugar de agresores o victimarios ¿Por qué no referirnos a los hombres que ejercen violencia?

Paulina Agurto -

Ante la libertad de elección, tenemos que pensar que quienes están insertos en el circulo de la violencia, no es fácil aceptar que el otro es el culpable, sino mas bien se acusan de ser ellos mismos quienes los provocan, ya que en la mayoría de los casos hay sentimientos y realidades que no conocemos que impiden tomar la desicion de salir de este circulo vicioso. Mas que empoderar a las mujeres y excluir a los victimarios debemos ser capaces de pensar intervenciones que busquen integrar a ambas partes, para así evitar que otros sufran las consecuencias que no logramos evidenciar como profesionales.

Viviana Miranda Bustos -

Estimado compañer@s:

Hoy cuando me levante y prendí el televisor, me enfrente a una tremenda escena, en Puerto Montt una mujer fue agredida en plena calle a vista y paciencia de los transeúntes. http://www.3tv.cl/index.php?m=video&v=17959
Quiero dejar en claro que estoy completamente de acuerdo cuando se habla de respetar la libertad individual del otro, pero este tema tiene diversas aristas, ya que al respetar a mi pareja por ejemplo, también espero que los demás respeten mi forma de relacionarme con este otro. Por otra parte yo sí creo que existe una cuestión de género en estas riñas, y es precisamente ese, el error, que actuamos como si estuviéramos compitiendo con el otro. Estoy de acuerdo que desde una crianza machista los hombres pudiesen entender de manera intrínseca que las mujeres somos más débiles, pero queridos compañeros no nos olvidemos que las relaciones de pareja y la violencia al interior de ellas es un constructo social. Creo que las mujeres agredidas no pecan de ingenuas al decir amar a sus respectivas parejas. Claro que ay amor!!! El tema es que también hay violencia, y se hace necesario deconstruir esta relación, con el fin de reconstruirlas nuevamente bajo nuevas perspectivas de intervención, que sean innovadoras y no represivas, eso es lo que sucede cuando llega carabineros a intervenir en la crisis misma, si bien es necesario creo que debiéramos mirar a largo plazo, apoyar a la víctima, pero también al victimario. La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, declara que este hecho “constituye una violación de los derechos humanos y libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades”. Pero seamos sinceros… privar a un hombre de ir en ayuda de su constructo social y circulo de la violencia, no es también una violación a sus derechos????????

No trato de demostrar nada, pero como dice mi madre “todos los excesos son malos” así que no carguemos la balanza sólo hacia un lado.


Evelyn Saldaña -

No debemos cerrar los oídos cuando escuchamos a la afectada decir "Señorita yo lo quiero y quiero que èl cambie", pues está simple frase y en relación con las imagenes expuestas publicamente, se logra evidenciar que aparte de abordar el tema VIF dentro de este grupo familiar, se debe tratar por separado a está mujer que debe poseer una serie de factores que dan origen a este comportamiento "del aguante" (que lo hace parecer normal) de las agresiones por parte de su pareja,más aún considerando la presencia de su hijo.

Zuska -

Desde mi perspectiva, el caso debe ser investigado en profundidad, es decir, ver si existen episodios de violencia en la familia, además es necesario trabajar de forma individual y familiarmente, ya que cada integrante ha sido dañado con este ciclo de violencia. Es importante señalar, que si bien las personas deben tener la opción de elegir que hacer ante cualquier situación, la mujer en este caso esta minorizando una situación que no sólo pone en riesgo su integridad y protección, sino la de un niño que esta presenciando y viviendo episodios de violencia., el cual se encuentra en riesgo social. Es por ello que se debe trabajar de forma individual con la mujer, empoderando sus habilidades y capacidades, capacitándola en labores que le permitan sustentarse por sí misma, etc. En el caso del hombre, conocer su historia y desde ahí trabajar los episodios de violencia que lo rodean, la idea es que la persona se de cuenta de que es parte de un ciclo de violencia y que puede hacer algo para detener esto, es decir, darles las herramientas indicadas que vayan en ayuda, cooperación y apoyo a estas personas, las cuales muchas veces son victimarios, pero que en su niñez fueron víctimas. Además como pareja deben tener una terapia, que los ayude a sobrellevar esta situación. Y por último, el niño debe recibir una intervención psicosocial, puesto que se deben abordar todos los ámbitos, para de esta forma que el niño pueda sobrellevar esta problemática y que en un futuro no se replique en su propia familia
En síntesis, se debe actuar rápidamente en esta situación, más que buscar culpables, es necesario tomar medidas profundas e importantes para que los hechos de violencia cesen pero no temporalmente, sino permanente. Es por ello, que la concientización social en cuanto a la violencia, viene a ser algo importante, puesto que la violencia en cualquiera de sus tipos no se debe normalizar, sino al contrario acabar; la concientización social viene a cumplir el rol de prevención en la violencia, es decir, transformar a mujeres empoderadas que logren vivir fuera del alero de la violencia intrafamiliar.

Nathaly Valenzuela -

Pienso que los esfuerzos tendrían que ir dirigidos a la conciencia de la violencia que está siendo parte la mujer, en aceptar que está siendo parte de una violencia que a mayores consecuencias puede generar la pérdida de vidas o bien, en un impacto psicólogico y transferencia de violencia normalizada por parte del niño que es parte testigo y en ocasiones víctima de este tipo de trato.

Como bien, se puede indagar en el pasado y entender que la violencia puede ser un parámetro normal en la cotidianeidad de estas personas, es necesario separar este concepto y creer en el trabajo de concientización y de dejar de lado la sumisión que puede ser vista en muchas intervenciones la mujer. La concientización tendría que ir destinado principalmente a la protección de los hijos, bajo la conducta agresiva de sus padres, ya que se podría hasta arrebatar la custodia temporalmente de los padres y derivarlos hasta algún programa de terapia de pareja. O bien, corregir conductas tempranas de maltrato.

Y finalmente, bajo el discurso de la mujer donde alude a su culpa la agresión de su pareja, son indicios claros sobre el síndrome de la mujer maltratada, donde su sumisión puede ser parte de un abuso continuado, considerando normal estas conductas agresivas y ella sintiéndose menor contra la posición de su pareja haciendo que esté a favor de su agresor.

Estela Soto C. -

Desde mi perspectiva creo y considero que todos apuntan al hombre como el único culpable de lo ocurrido, no es mi intención defenderlo, pero existe la posibilidad de que esta persona posea algún tipo de trastorno psicológico, quizás el creció con una lógica de violencia y sólo la está replicando porque nadie le ha enseñado lo contratio, quizás no conoce un estilo de relación diferente. Hay que investigar y descubrir el motivo de las cosas, si se ha presentado violencia anteriormente al interior del hogar, si sólo es con la esposa o también con los hijos y ante qué situaciones responde de esta manera...Considero que si la mujer cree que es su culpa la que desencadenó los hechos y no quiere dejarlo, por más intentos que se hagan ella seguirá a su lado, mi punto es que deberían existir instituciones o programas destinados no sólo a las mujeres, hay hombres que sufren con sus impulsos y no saben controlarlos, pero no hay nadie que les ayude o los escuche...Más que una intervención individual, debería hacerse un trabajo de familia, si la intención de las personas es permanecer juntas...

Robinson -

Una de las tantas complejidades de trabajar con personas, es centrar los esfuerzos en cambiar sus puntos de vista. Como futuros profesionales hemos de creer que toda situación "fuera de lo común" debe ser sujeta a cuestionamientos y cambio. Sin embargo, lo que la chica de Puente Alto vivió hace algunas semanas, no es más que el reflejo de una cultura totalmente asentada en nuestro país y porqué no decirlo, en algunos sectores sociales más vulnerables. A pesar de ello, y ya centrándome en el contexto de esta entrada, creo que el respeto hacia la libertad de decisión de las personas, queda supeditada en tanto aquella libertad siempre respete su integridad. No se trata de obviar el derecho a la libertad de decidir y hacer, el tema pasa por cómo hacer ver al otro que su decisión le destruye la vida. Centrar la intervención en el discurso es una de las alternativas, desde mi punto de vista, más viables, puesto que no existen los recursos para realizar intervenciones efectivas en materia de violencia. Volviendo a lo central, creo que es imposible cerrar los oídos y decir "perfecto, como quieras" puesto que hay situaciones que apelan directamente al código ético y que deben regir nuestro comportamiento profesional. A pesar de ello, creo que es difícil en algunos casos no sopesar el contexto en que se toman algunas decisiones. En conclusión, la determinación profesional frente a estos casos, queda en manos de cada uno.

Claudia Bustos G. -

Considero que es súper fácil decir y hablar del empoderamiento de las mujeres, de su independencia y de la autonomía que deben desarrollar, pero si se analiza el entorno, los niveles de violencia que están viviendo y que muchas veces son pautas de agresiones que vienen repitiendo desde su infancia, se entiende que es muy complejo generar un cambio en sus comportamiento, sabemos que ES POSIBLE el cambio, pero a través de procesos lentos y como sabemos, según el ciclo de escalada de la violencia, el agresor siempre promete un cambio y una mejora en la conducta, ilusionando en este caso a la mujer (muchas veces dependiente económica y/o afectivamente) haciendo más complejo el escenario de intervención. Considero que la mujer debe generar un cambio POR ELLA, no por los hijos ni por la pareja, porque muchas veces ellas "aguantan" la violencia (económica, sexual, psicológica y física) solo por la “estabilidad” familiar, para que sus hijos no se queden sin su padre. Personalmente si se busca generar un cambio se debe buscar el aumento de autoestima por parte de la mujer, buscando su valoración personal y educando desde la infancia en el tema.

Yohana Mena -

En este caso, no existe la información suficiente como para afirmar que esta pareja se encuentra dentro del ciclo de la violencia. Sin embargo, se ve claramente que la mujer justifica lo ocurrido y se niega a recibir la ayuda que le puede facilitar tanto carabineros, como el SERNAM.
Se destaca también que no existe una versión del hombre, puesto a que es ella quien declara en todo momento.
Considero que en este caso, en vez de imponer una acción o una decisión a ella, se debería hablar con ambas partes para analizar esa relación, ya que si él fue capaz de agredir a su pareja en la vía pública, quién nos asegura de que no suceda lo mismo en el hogar y que sea una dinámica que se repite constantemente. En resumen, se debería trabajar con ambos para poder obtener resultados satisfactorios.

Jessica Núñez -

Creo que la violencia intrafamiliar no es un tema de género ya que la familia no solo la componemos mujeres, perder el enfoque y realizar intervenciones sociales olvidando que la familia es un conjunto de individuos da como resultado mujeres rehabilitadas y empoderadas pero hijos e hijas que, muchas veces, continúan con el ciclo y hombres que nuevamente forman familia con los mismos patrones de conducta.
Creo que en la actualidad la mirada que tiene el gobierno y su forma de operar no permite generar estrategias efectivas, tanto desde el recurso hasta el capital humano, la falta de amplitud en la mirada influencia la gran mayoría de las acciones que las instituciones gubernamentales deben, muchas veces por obligación, realizar u omitir, y no sólo me refiero al actual gobierno, sino que a una invisibilización de las verdaderas problematiza sociales.
Pensar que la violencia sólo la provoca el hombre, que los hijos no deben ser intervenidos y que con rehabilitar a las mujeres se soluciona el problema no basta. Como sociedad tenemos la responsabilidad de hacer visible esto y como futuros trabajadores sociales debemos siempre tener en cuenta que todo acto se realiza bajo algún contexto, que no podemos olvidar la opinión de aquellas personas involucradas y respetar al individuo y la familia las decisiones tomadas.

María José Abarca L. -

Podrían existir programas de gobierno para recintos educacionales focalizados a educar, directamente a los alumnos e indirectamente a los padres, sobre el tema de violencia intrafamiliar.

Alexandra -

Jenny:

Estoy de acuerdo con lo que señalas, verlo desde la perspectiva del hijo podría sensibilizar a la madre, sin embargo, tanto SENAME como el SERNAM, intervienen como si estuvieran en guerra. ¿Existirán otras instancias desde las cuales se pueda abordar el problema de un modo más educativo y colaborativo?

jennifer herrea -

considero que otra buena forma de abordar la temática puede realizarse desde SENAME, pues el niño indirectamente igual fue agredido y se vio perjudicado por el hecho, ante esta situación es deber de cualquier profesional velar por el bien superior del niño. Creo que sería una buena estrategia, pues la mujer considera que la culpable del hecho fue ella, e intervenir directamente del SERNAM pasará lo que esta sucediendo que ella se siente mas bien atacada que ayudada o protegida por la institución.

Alexandra -

Muchas gracias por tus comentarios María José. Me parece interesante lo que planteas sobre la innovación en la intervenciòn centrándonos en la relación que tiene la pareja. Disiento eso sí con la idea de escasa autosuficiencia de las mujeres, no se trata de una competencia entre hombres y mujeres, sino de reconocimiento de las diferencias e igualdad de oportunidades. Pienso que es insuficiente e improductivo el fortalecimiento de las mujeres sin trabajar con los hombres y es esto, precisamente, lo que se ha hecho, lo que ha desembocado en mujeres ultra fortalecidas y varones que no saben como afrontar estos cambios.

María José Abarca L. -

Considero que como futuros profesionales debenos abordar el tema de forma diferente a las ya existentes, es más que la aplicación de la ley hacia el agresor, se debe enfocar a la relación que ellos tienen, qué motiva a la mujer volver con él a pesar de la agresión vivenciada.
Por ellos el foco debería ser el empoderamiento del genero femenino -siendo un tema muy complejo de abordar-.
En mi opinión personal, creo que las mujeres dependemos de los hombres al darles un rol indispensables en nuestras vidas, sea cual fuese el motivo, al no poder buscar una alternativa o no ser lo suficientemente capaces de hacerlo nosotras mismas, por eso es que este tema seguira con nuestro genero hasta que las mujeres seamos autosuficientes, o hasta que nos demos cuenta del valor que tenemos.