"Ojo por ojo... Diente por diente"
Relato sobre Pedro y su relacion con Marcela, y como la Violencia se hacia participe de su relacion amorosa: (los nombres han sidos alterados por confidencialidad)
Pedro 33 años
- Comencé a pololear con marcela a los 19 años, durante los primeros años todo estaba muy bien, ella termino cuarto medio y comenzó a estudiar, yo también estudiaba, pero la verdad es que no iba mucho, porque tenía amigos que carreteaban todo el día y a mí, como mi mamá me daba plata para la U, yo me iba a la casa del Romel a carretear todo el día, el tenia lucas, por lo tanto siempre en esa casa se consumía mucha droga, luego la marcela empezó a carretear conmigo, dentro del ambiente en el que estábamos era muy frecuente que quedáramos curados y súper drogados por lo que yo muchas veces no tenía conciencia de lo que pasaba a mi alrededor, la primera vez que le pegue a la marcela fue una noche que estábamos muy drogados, habíamos fumado marihuana, tomado ron y cocaína, era invierno y nos íbamos a la casa, yo la tenía que ir a dejar, cuando de repente ella se enojo porque me vio conversando con otra mina, y me rompió el paragua en la cabeza, yo me enfurecí, y le pegue varias cachetadas, y la deje en su casa.
Esa vez me dio mucha rabia que ella me pegara, porque yo en ese tiempo me creía bacán, yo estaba por encima de todos, además tenia buena pinta, tenia minas y aparte tenía mi polola que era mina también, consumía lo que quería, yo era el rey del mundo, según yo, (ríe), después de esa noche se perdió todo el respeto, igual siento que en el entorno en el que estábamos era obvio para que algo así pasara siempre.
Cuando desperté al otro día me sentía mal, pensaba que como le podía haber pegado si es la mujer que amo, después converse con ella, y nos pedimos disculpas, dijimos que nunca más, después volvíamos a carretear y volvíamos a lo mismo y así fue pasando varias veces, ya era normal para nosotros cuando discutíamos nos pegábamos, y muchos insultos, aparte, ella siempre me decía que yo era un weon que valía callampa, que no sabía cómo se fijo en mi, y yo le decía que “era weona, que no serbia pa na´ y que era una maraca”, porque una vez fui a un recital y la encontré conversando con el ex pololo, esa noche yo tenía muchas ganas de ir a pelarles el cable pero no pude porque ella estaba en cancha y yo en galería, cuando al otro día ella me fue a buscar a la casa, yo le dije que pasara, ni mi mamá ni mi hermana estaban en la casa, le serví un vaso con bebida, cuando se lo estaba tomando, yo le quite el vaso y se lo tire por la cabeza( reventó en la pared), le dije que “era una maraca, que me había cagao con el weon del ex”, ella me decía que no y me suplicaba de rodillas que no termináramos, yo creo que eso a mí me hacía sentir con el ego más alto, después de eso yo sentía que podía hacer cualquier cosa con ella porque como sabía que estaba enamorada, no íbamos a terminar.
Después de cuatro años de pololeo nació nuestro hijo, yo empecé a trabajar, y ella congelo, yo no estaba preparado para que ella me dijera que estaba embarazada, asique me dio mucha rabia, ella me conto que una noche ( yo no recuerdo porque estaba muy drogado) cuando tenía cono 7 meses de embarazo, yo me desordene, y me fui de nuevo pa donde el Rommel, y llegue a buscarla a la casa, y le empecé a pegar sin motivos, la patie, y le pegue sus buenas cachetadas, salió el papá de ella, y me puse a pelear con el caballero, después de eso no nos dejaron vernos más en la casa de ella, pero igual nos juntábamos por ahí, ella me llamaba o iba a mi casa, cuando nació el niño, se calmaron los ánimos yo me porte bien como un año, pero de nuevo volví a caer en la droga, y con las juntas, la Marce como estaba dando pecho al hijo ya no carreteaba tanto, la mamá no la dejaba salir mucho pero ella igual se arrancaba y dejaba al niño con la hermana, entonces yo empecé a tener minas por fuera, y las veces que salíamos juntos ella me enojaba y me rasguñaba y yo le volvía a pegar, después de estar así durante siete años, un día que estábamos sobrios, más bien que yo estaba sobrio decidimos terminar, lo que pasaba con la Marce es que los dos éramos cuatico, los dos pelábamos el cable, porque yo nunca mas volví a golpear a ninguna mujer, y no lo volvería a hacer, aparte que ya no consumo, es que uno con la madurez va creciendo y de las experiencias se aprende, y lo que pasaba es que ya la forma de convivir de nosotros era a los golpes y los insultos para nosotros era normal, aunque sabíamos que no estaba bien, pero después cualquier cosa por pequeña, le llegaba su cachamal y así empezábamos a más, creo que siempre nos maltratamos mucho psicológicamente, bueno y ella hasta hoy me dice que valgo callampa cuando no le deposito la pensión a tiempo(ríe) pero yo ya no pesco como ya conozco su genio.
Tal como relata Pedro, se puede observar en su narración que existe una Violencia psicológica y física de ambas partes, sobre todo cuando se excedían es consumo de drogas y alcohol, pero esta situación en cierta medida cambia cuando nace el hijo de Marcela y Pedro, no durando mucho tiempo y volviendo a caer en las situaciones de violencia, al final la decisión es terminar la relación y alejarse, ya que fueron años de maltratos entre ambos.
Llama la atención del grupo profundamente, como la persona que agrede y recibe violencia terminan por comprender estos actos como “normales” dentro de una relación amorosa, incluyendo también a otros integrantes de la familia como lo son el padre de Marcela, quien igualmente opta por el camino de la violencia enfrentándose a su yerno y no tomando otras medidas para prevenir la Violencia dada en la relación.
A raíz del relato y el posterior análisis, surgen una seria de preguntas que son:
¿Bajo qué enfoque teórico podríamos posicionarnos para intervenir en la historia narrada?
¿Según el relato de Pedro, la relación con Marcela corresponde a una Violencia Castigo o Violencia Agresión? Fundamente él porque
¿Se puede decir que la relación que ellos mantenían es; Caso DE Violencia o Caso CON violencia? ¿Por qué?
11 comentarios
Robinson -
Claudia Bustos G. -
Alexandra G. -
Nathaly Valenzuela Moreno -
La relación que poseen ambos, es violencia agresión, ya que la violencia que se da es de carácter simétrico, ya que se generan situaciones donde ambos tratan de imponer su autoridad, pero la agresión es abierta y mutua. La relación que se produce es de violencia ya que eran agresiones constantes en el tiempo, estableciendo entre ellos un tipo de relación que tenía como pauta normativa la violencia.
Carolina Tapia Rojo -
En relación a la segunda pregunta considero que se trata de Violencia Agresión en donde existe igualdad o simetría en relación a las determinadas conductas por parte de ambos, ya que sus acciones son reciprocas y bidireccionales.
Y con respecto a la última pregunta me inclino hacia un caso de violencia ya que existe una pauta estable de relacionarse violentamente (psicológica y física)
María José Abarca L. -
En esta relación se da la violencia agresión, ya que son episodios constantes y bidireccionales en los cuales cada uno quería imponer control sobre el otro. Considero que esta característica es la que ayuda a que se naturalice la violencia en las personas.
Es un caso de violencia, al ser un maltrato habitual o constante entre la pareja con el cual se establecieron las pautas de comportamiento, normas y reglas entre ellos, definiendo intrínsecamente el juego de la violencia, siendo el alcohol y las drogas un factor potenciador de la violencia entre la pareja.
Lorena González -
En ese sentido es posible contestar a la segunda pregunta, se trataría de una relación de violencia agresión ya que es violencia cruzada o bidireccional, donde ambos intentan mantener un cierto control en la relación, una cierta igualdad al enfrentarse a golpes mutuamente.
Podría hablarse de un caso de violencia porque si bien la pareja ya había naturalizado las agresiones éstas eran una constante en su forma de relacionarse y comunicarse, el embarazo cambia un poco el panorama pero mantiene la agresión psicológica entre ambos miembros de la pareja, situación que se mantiene aún terminada la relación.
Respecto de la pregunta señalada posteriormente yo no se si rehabilitación sea la palabra más adecuada porque claro tienen razón en que se puede ver a las personas que ejercen violencia como enfermos que padecen de alguna afección, quizás sería bueno buscar nuevos conceptos propios del Trabajo Social para los procesos de acción con personas y desligarnos un poco de las raíces médicas que vieron nacer a la profesión.
Grupo a cargo -
Claudia Bustos G. -
Según el relato de Pedro se puede ver que es una relación violenta bidireccional, pero ¿Cómo será el relato de Marcela?, quizás lo ve como violencia unidireccional o quizás lo ve igual que Pedro. Se deben tener más perspectivas de análisis para conocer la realidad concreta de esta relación. Personalmente considero que no debemos quedarnos con un solo relato, buscando siempre tener y conocer el máximo de información posible, más en estas situaciones donde las personas pueden omitir ciertos comentarios, relevantes a la hora de generar una intervención.
Jennifer Herrera -
La relación es de violencia agresión, pues la violencia es cruzada y simétrica aunque Pedro señala que él ejercía violencia física peor que la que recibía, pues llegando a patearla y cachetearla estando embarazada.
La verdad se me es difícil identificar si es cado de o con violencia, pues es con violencia, ya que es una forma normal de relacionarse de ambos, pues él señala que sabían que no era lo mejor, pero lo habían naturalizado, sin embargo caso de violencia, pues esta se vuelve constante en el tiempo y, con el factor drogas y alcohol, se vuelve una relación de violencia, en donde él sabe que tenía el poder sobre ella.
Yohana Mena S. -
Esa dinámica, claramente es violencia agresión, pues la relación es simétrica, si uno empezaba, el otro respondía de una forma igual o más violenta, por tanto mantenían una igualdad, y su relación es un caso de violencia, pues ésta se daba siempre, no eran casos aislados, sino que la forma de relacionarse se basaba en la violencia, tanto física como psicológica, en los golpes, insultos como señala Pedro.